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De Misiva sobre la historia universal
Hoy en dia, ¿podemos continuar organizando la infinidad de acontecimientos que nos vienen del mundo, humano y no humano, colocándonos bajo la Idea de una historia universal de la humanidad? (p. 35) Em sembla evident la resposta, la Humanitat no és una, a no ser que no vulguem abandonar els patrons eurocèntrics, ho és?.
Persiste un nosotros, capaz de pensar o de experimentar esta continuidad o discontinuidad? (p. 37) Malgrat tot, manta vegades, anant pel món, he sentit aquest "nosaltres" en el més íntim.
Mutatis mutandis, la autoidentificación de una cultura pasa por este dispositivo. Su desmembramiento, en la situación de dependencia servil, colonial o imperialista, significa la destrucción de la identidad cultural. Por el contrario, el dispositivo constituye la fuerza principal de las guerrillas en los combates por la independencia, puesto que el relato y su transmisión suministran conjuntamente a la resistencia su legitimidad (su derecho) y su logística (el modo de transmisión de los mensajes, el relevamiento de los lugares y la determinación de los momentos, el uso de los datos naturales en la tredición cultural, etcétera). (p. 44)
El ejemplo del movimiento obrero es aun más probatorio del fracaso aludido. Su internacionalismo de principio significaba exactamente que la lucha de clases no recibía su legitimidad de la tradición popular u obrera local, sino de una Idea a realizar, la del trabajador emancipado de la condición proletaria. Sin embargo, sabemos que desde la guerra francoprusiana de 1870-1871, la Internacional ha porfiado acerca de la cuestión de la Alsacia-Lorena, que en 1914 los socialistas alemanes y franceses votaron respectivamente los presupuestos nacionales de guerra, etc. El estalinismo, en tanto que "socialismo en un solo país" y la supresión del Komitern, ratificaron abiertamente la superioridad del nombre propio nacional sobre el nombre universal de los soviets. La multiplicación de las luchas por la independencia desde la Segunda Guerra Mundial y el reconocimiento de nuevos nombres nacionales son hechos que parecen indicar el reforzamiento de las legitimidades locales y la disipación de un horizonte de emancipación. Los jóvenes gobiernos "independientes" son expertos en depender servilmente del mercado capitalista mundial o bien del aparato político creado según el modelo estaliniano, y las "izquierdas" que, en uno y otro caso, divisan este horizonte son eliminadas sin piedad. Como dice el slogan de la actual extrema derecha francesa: los franceses primero (se sobreentiende: las libertades después). (p. 46)
En un universo donde el éxito consiste en ganar tiempo, pensar no tiene más que un solo defecto, pero incorregible: hace perder el tiempo. (p. 47)
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Lyotard, Jean-François. La posmodernidad (explicada a los niños). Barcelona, 2008. Gedisa editorial.
2 comentaris:
Certament, em perdo. No veig la connexió entre la ruptura de la continuïtat històrica, aquest sentiment d'extraviament i dispersió delque es diu postmodernitat, amb la fragmentació de l'ideal utopista revolucionari en la formulació marxista. El debat entre internacionalisme i nacionalisme és, em sembla, purament modern, i si de cas, el postmodernisme es refereix a l'atomització de la societat en una anul·lació fictícia de la classe i una pèrdua de tradicions culturals nacionals, substituïdes per una entelèquia globalitzadora que remet més a multituds que a societats organitzades.
La frase final em sembla,en canvi, molt brillant.
Perdoneu que no respongui, aquests apunts, de moment els faig per llegir-vos a vosaltres. Gràcies!
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